Hey sister, know the water's sweet but blood is thicker [Alice]

Caminaba tranquila a lo largo de la biblioteca buscando un libro sobre Albus Dumbledore para completar mi trabajo de Historia de la Magia. Tendría que haberlo presentado la semana anterior pero lo olvidé totalmente. Bufé con exasperación mientras buscaba detrás de Agripa... quizá tendría que empezar buscando por el apellido.

Me dirigí a la sección asignada a la letra ''D'' mientras apartaba algunos bichos de primer año de mi camino. Que incomodidad de colegio. Si yo fuera la directora, ponerse en mi camino significaría recibir la maldición cruciatus un par de veces. Resoplé enfadada mientras uno de los críos murmuraba algo parecido a "lo siento" y seguí buscando el libro en cuestión que la bibliotecaria me había recomendado para hacer el trabajo. No encontraba absolutamente nada sobre Dumbledore.

Como estaba hasta las narices de buscar por toda la biblioteca, me senté en una silla con casi desesperación. Levanté mi varita y me concentré en el libro que estaba buscando. - Accio - susurré. Sin embargo, el libro en cuestión no aparecía. Imaginé que otra persona retrasada en los deberes lo habría sacado de la biblioteca para hacer el mismo trabajo.

Suspiré y aparté un mechón de mi cabello para situarlo justo detrás de mi oreja. - Esto es una mierda - mascullé con desdén mientras volvía al pasillo para salir de la biblioteca. Justo en ese instante, vi a mi hermana Alice avanzar por este en mi dirección. Realmente prefería no tener nada que ver con ella en estos momentos así que volví a la sección donde había estado buscando el libro sobre Dumbledore. Me senté en la misma silla de antes y miré hacia una de las estanterías inferiores, dando la espalda al pasillo y ocultando mi rostro con la esperanza de que Alice no me viera y pasara de largo. Justo mientras miraba hacia allí, vi un libro que me llamó la atención. Se titulaba "Grandes Directores de la Historia de Hogwarts". Lo saqué de su orden alfabético y lo dejé sobre la mesa, aún sin atreverme a mirar hacia el pasillo.

Si debía aceptar algo era que la Biblioteca no era de mis sitios favoritos, me encantaban los libros y leer siempre había sido de mis hobbies favoritos, mas la biblioteca de Hogwarts era un lugar de tan estricto silencio que no me dejaba disfrutar mucho de mis lecturas, puesto que siempre que me dejaba absorber por un libro terminaba haciendo tonterías que terminaban con el unánime silencio de la sala y me obligaban a salir de uno de los lugares más maravillosos del colegio.

¿Por qué me encontraba en aquel lugar que no me gustaba ese día?, esa era una buena pregunta; mis deberes no eran la cuestión más importante debido a que hacía horas que los había acabado, tampoco me encontraba buscando un libro que me ayudara a distraer mi cerebro de todos los angustiosos pensamientos que lo agolpaban y mucho menos estaba buscando a alguien en particular; simplemente me había encontrado caminando hacia la habitación después de vagar sin rumbo fijo por algunas horas después de que se hubiera acabado la tan esperada hora de la comida.

Miraba por entre los estantes buscando algo de interés que me ayudara a perder un poco del tiempo libre que tenía, una de las desventajas que conllevaba ser alumna de séptimo curso era el tiempo extra que tenías entre clase y clase que supuestamente estaba dedicado a una hora de estudio adicional; un tiempo en el que supuestamente debías acabar los deberes atrasados y aprovechar para poder estudiar un poco antes de la siguiente clase, aunque dado que yo nunca había sido una chica muy aplicada (si ese fuera el caso habría terminado en Ravenclaw en vez de Hufflepuff) y dado que mis tareas ya estaban respectivamente terminadas decidí usar un poco de aquel espacio libre para poder estirar mis piernas y buscar un poco de la diversión de la que siempre se jactaban James y Fred, los cuales habían desaparecido del gran comedor muchísimo antes de que me hubiera acabado mi zumo de calabaza.

Los alumnos que se encontraban desperdigados por entre las mesas de estudio me ignoraban completamente, aunque no encontraba nada extraño en eso, ya estaba acostumbrada a que la gente pasara de mí cuando me encontraba en la biblioteca; era algo que ocurría casi instantáneamente cuando todo el mundo se enteraba de que eras la hija de uno de los profesores del colegio. A veces era casi un alivio no ser molestada ni por los matones del colegio, pero otras veces era casi desquiciante el ser tratada de forma diferente solo porque a tu padre se le había ocurrido quedarse a pelear en una guerra suicida y después matricularse como profesor de una escuela que lo había visto crecer y convertirse en la persona que era hoy en día; si tenía que ser sincera debía admitir que jamás entendería las razones del Sr. Longbottom para quedarse con una plaza de educador en Hogwarts en lugar de hacer algo más interesante como la mayoría de sus amigos del colegio.

Estaba hundida en esas cavilaciones cuando un conocido perfume captó mi atención, me detuve a unos escasos pasos de una de las tantas estanterías rellenas de libros que contenía aquella estancia y me acerque vacilante hasta el lugar donde estaba segura, encontraría a la persona que se estaba ocultando de mí. Era un poco extraño el hecho de que siempre podía dar con ellos cuando no querían ser vistos por los demás miembros de la familia, aunque años de experiencia me dotaban de aquellos dones excepcionales, aunque estaba casi totalmente segura de que cualquier hermano mayor podría hacer lo mismo que yo, lo único que debía de tener en cuenta eran las circunstancias en las que estaba y la personalidad de los hermanos menores; además de tener como guía una esencia que llevabas oliendo casi toda tu vida. Suspiré sonoramente y, deteniéndome a unos pasos de la figura que se escondía en las sombras, solté un ligeramente exasperado: -Susy, deja de esconderte, por favor- mientras que esperaba que mi pequeña hermana se encontrara de un humor lo bastante paciente como para soportar mi no grata intervención.

Mascullé una maldición en voz baja mientras sacaba mi cabeza de entre las sombras. Sin duda, Alice no era tonta y sabría distinguir mi figura en cualquier lugar aunque yo pretendiera lo contrario. Recorrí su cuerpo de abajo a arriba con la mirada, tal vez esperando ver algo diferente a mí en su porte. Mis ojos se posaron en los suyos a la vez que suspiraba con resignación.

- ¡Vaya! Pero si es mi adorada hermanita... - dije arrastrando las palabras como si fuesen de piedra, intentando denotar un sarcasmo que en realidad no sentía. Pese a todos los hechos y palabras que siempre habían estado presente entre ambas, no podía perder el respeto y la admiración que aún me quedaban de ella, legadas desde mi propia infancia en la que, como cabía esperar, Alice había estado en mi lista de personas más admiradas y a las que más quería parecerme, solamente superada por Blancanieves.

Resoplé con cierta molestia. - ¿Cómo podría esconderme de tí? Solo estaba buscando este libro - levanté mi mano de encima del libro que acababa de encontrar y se lo enseñé, dando la vuelta al mismo para que pudiera observar la portada. - De hecho, incluso te he guardado un asiento al lado - añadí sin variar mi expresión facial ni mi tono de voz, que seguía demostrando mediante una sarcástica monotonía la fingida indiferencia que sentía por mi hermana. Era mi forma de hacerle pagar tantos años de menosprecio hacia mi.

Retiré la silla que estaba a mi derecha, de forma que Alice pudiera sentarse cerca, en el fondo esperando que no aceptara y se fuera. Entretanto, desvié mi mirada de su rostro para recorrer la biblioteca con ella. Esperaba que no me viese nadie conversar con mi hermana. Lo último que necesitaba era escuchar rumores acerca de una posible reconciliación entre nosotras. Estaba en mi lista de cosas que, por el momento, no iban a ocurrir. Aunque era imposible adivinar que pasaría en un futuro, por ahora estaba decidida a no permitir que mi familia volviera a introducirse en mi vida. Más bien había resuelto que lo mejor era no reservarles lugares especiales en mi corazón, la mayoría no los merecía y Alice se incluía en ese grupo.