Tu + Yo + Biblioteca + Castigo = Un choque explosivo # Anthony D. Crawford

Su día no había comenzado de la mejor manera, en realidad nunca se imagino que empezaría todo así y eso que ha tenido más de uno horrible, con un humor negro terrible,  con solo mirarla te dabas cuenta que no estaba en su mejor momento, que mientras más lejas te mantengas, mas a salvo vas a estar de insultos hasta agresiones físicas y es que no lo puede negar, es muy impulsiva, lo cual eso se le escapa un poco de sus manos pero gracias a Merlin nunca paso las cosas a mayor pero algún día puede suceder si sigue así con esa conducta  pero no tiene ninguna intención de cambiar o de advertir  a toda la gente que cuando sucede esto, deben mantener como  mínimo  500 metros de distancia y por todo lo que más quieras nunca hacer contacto visual pero bueno, la vida no es de color rosa. Y este día es un gran ejemplo de eso.

 Ahora que se pone a pensar detalladamente cómo fue transcurriendo todas las horas a partir del momento que se levanto hasta llegar  a la sala de castigo, rápidamente se da cuenta cual es el motivo de todo lo que le estuvo sucediendo y le seguirá pasando hasta que se vaya a dormir pero para su mala suerte o quizás buena suerte, la causante de todo esto es una persona, la cual conoce bastante, que tienen mas choques que dos trenes que van en el mismo carril pero que salieron de diferentes puntas, listos para chocarse e armar un desastre increíble. El es la única persona en todo el castillo que logra ponerla como una fiera con todas las letras, cuando lo ve tiene ganas de matarlo, insultarlo, pegarle cosa que hará a penas pueda escabullirse sin dejar ningún rastro porque de brazos cruzados no se quedara, mucho menos con la humillación que le hizo, bueno, no es una humillación para los demás pero para una leona como ella, es mucho más que eso, es algo personal y como tal, tendrá una respuesta. No sabe con quién se metió esa serpiente.

Luego de varios minutos de estar inspeccionando que la zona quede despejada, lentamente se levanta de su banco, produce un ruido hacia adelante ya que está ubicada al final de todos los lugares y en un abrir de cerrar de ojos, sale por la puerta que se encuentra entre abierta. Como alma que lleva el diablo, sale rápidamente con un paso decidió en dirección opuesta a la que todos se dirigen, por más que no lo crean sabe en donde encontrarlo y rápidamente lo visualiza a lo lejos. —¡Imbecil!—Le grita a todo pulmón llamando la atención a más de un estudiante, ganándose varios retos por parte la bibliotecaria pero no le importa en lo absoluto, la ignora mientras se para en frente de la mesa en donde se encuentra la serpiente, coloca sus manos en la fría madera, se agacha levemente para que su rostro no quede tan distanciado además porque no quiere que todos escuchen. —Me puedes explicar que paso por tu diminuto cerebro en ese momento cuando se te ocurrió hacer eso. ¿Creíste que no me daría cuenta? —Le dice en voz baja pero su tono delata todo el enojo que siente y su mirada, ni hablar. Sinceramente te podrás meter con ella un millón de veces pero nunca toques una de sus apreciadas bromas y mucho menos hagas que sea la víctima.